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Ciencia y sus desafíos
Lunes, 04 Julio 2016
CEFOBI

Plantas: muerte celular programada y radiación ultravioleta-B

Un grupo de investigación del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (CEFOBI, CONICET-UNR) identificó en la planta Arabidopsis thaliana una proteína que cumple un papel fundamental en la respuesta al daño en el ADN que sufre esta planta por la radiación ultravioleta B.

El equipo dirigido por la Paula Casati, investigadora independiente del CONICET, estudia desde hace varios años los mecanismos de reparación del daño al ADN inducidos por la radiación ultravioleta B. Avances de un estudio del grupo, que comenzó la doctora del CONICET Romina Casadevall y lo continuó la investigadora adjunta del CONICET, María Lorena Falcone Ferreyra, fueron publicados en la revista Plant Physiology

“La radiación UV provoca daños en el ADN de las plantas, y afortunadamente estas desarrollaron mecanismos para censar el daño, repararlo adecuadamente y evitar que se propague a la progenie, es decir, a su descendencia. Si no es reparado ese daño, las células deciden realizar la muerte celular programada” señala María Lorena Falcone Ferreyra.

En el trabajo publicado, el grupo identificó y caracterizo la proteína PDCD5 en Arabidopsis thaliana, la cual había sido muy estudiada en humanos, y lo que hizo fue investigar qué rol tenía en la respuesta de la planta al daño en el ADN inducido por la radiación ultravioleta B. “Lo que demostramos es que la proteína es un componente de la vía de señalización de respuesta al UV-B y regula la muerte celular programada luego de la exposición a esta radiación. Es interesante que las plantas que poseen una mayor cantidad de la proteína muestran más muerte celular luego de la exposición al UV-B, mientras que las plantas que poseen una mutación en el gen son menos afectadas por los efectos deletéreos de la radiación UV-B”.

Con respecto a la muerte celular programada, Falcone Ferreyra explica que es un proceso que está involucrado, por ejemplo en la senescencia foliar, es decir, cuando las hojas se empiezan a poner amarillas, finalizando con la muerte de la planta. En el laboratorio, Falcone Ferreyra cuenta lo que el grupo observó “Cuando la proteína está sobre expresada, la planta muere antes, y cuando la planta tiene una nutación en el gen PDCD5, la planta muere más tarde. Por eso se piensa que esto podría ser una ventaja a futuro con el objetivo de que las plantas vivan más tiempo, y por lo tanto poder desarrollar más tejido para cuando se necesite, para biomasa por ejemplo”.

 

Por Ana Paradiso - CONICET Rosario