Trilce Castillo es becaria posdoctoral del CONICET en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario (FCPOLIT, UNR). Su línea de trabajo está relacionada con el estudio de las pesquerías artesanales del Delta del río Paraná y el ordenamiento territorial ambiental, que, en su caso, implica una planificación de acciones en torno a una mirada sustentable del espacio fluvio-costero. En el marco de su proyecto de investigación, se vinculó con una mesa de trabajo en la que participan diversas organizaciones junto a autoridades del municipio Granadero Baigorria (Santa Fe), con un propósito común: el cuidado y la protección de la biodiversidad en la Isla de los Mástiles. Esta mesa de trabajo fue bautizada como Comité Multisectorial.

Pescadores artesanales del Remanso Valerio (Granadero Baigorria, Santa Fe). Foto: Emilia Furlani.
El proyecto comenzó en 2023, y desde entonces se estableció una sinergia que posibilitó el trabajo conjunto e interdisciplinario entre Castillo y equipos técnicos del municipio, que se plasmó en un convenio de asistencia técnica. En el convenio, el CONICET y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se comprometen a prestar asistencia y colaborar al municipio en la preservación de la Isla de los Mástiles como área natural protegida. Al mismo tiempo, el municipio se compromete a colaborar en la logística de las áreas a campo.
El objetivo general del convenio es elaborar un plan de manejo completo de la isla como área natural protegida que incluye la visibilización e integración del sector pesquero artesanal en el ordenamiento territorial. “Se puede considerar que tanto la isla como su área de influencia son parte del territorio pesquero, porque son áreas que los pescadores de Baigorria utilizan para sus actividades cotidianas, tanto las ‘canchas de pesca’ como las áreas de ‘ranchada’”, explica Castillo.
El director del proyecto, Marcos Urcola, investigador del CONICET en la FCPOLIT, recuerda que Castillo cuenta con una extensa trayectoria en el tema de la pesca artesanal, y remarca: “Ella venía trabajando con el doctor Baigún, que es biólogo, y conmigo, que vengo de las ciencias sociales. Juntos estudiamos políticas públicas vinculadas a la pesca artesanal”. Por su parte, la científica destaca cómo se entrelaza el propósito del convenio con el trabajo que venían realizando, dado que uno de los propósitos es visibilizar la realidad de la pesca en ese territorio y planificar estrategias a futuro que tengan en cuenta su presencia.
La isla y los pescadores
Sobre el concepto de canchas pesqueras, Castillo explica que se trata de espacios que los pescadores mantienen limpios para hacer su actividad. Hay canchas de pesca de familias, de barrios o de grupos, que si bien no están marcadas en el territorio; es decir, “uno no las ve”, ellos sí las identifican y están muy delimitadas. En general son espacios que se respetan dentro de ese sector. “Hay todo un sistema de turnos, una organización interna del sector pesquero que la conocen, la mantienen y hay cierto respeto de ese uso”, asevera. Cuando habla de barrios de pescadores, detalla que son dos barrios muy tradicionales: El Espinillo y Remanso Valerio.
“Los alrededores de la Isla de los Mástiles son el territorio pesquero de esos dos barrios, que son parte el municipio de Granadero Baigorria y que, intuyo, próximamente, con las proyecciones en la zona, también va a ser necesaria la visibilización de su presencia”, enfatiza Castillo y subraya así el aporte del equipo en este convenio de asistencia técnica.
Por su parte Berenice Lovazzano, integrante de la División Ambiente de la Secretaría de Obras Públicas de Granadero Baigorria, agrega que desde la mirada del municipio, el convenio asegura una continuidad del trabajo que empezó la investigadora y le da sustento para que pueda permanecer durante un proceso de tres años. Además, el municipio destaca como aporte de los investigadores que el trabajo sea participativo; esto es, que convoque a las personas que están habitando ese territorio de manera permanente o no, a que sean cuidadores de ese espacio. “De este modo le da forma a la idea de que los pescadores y los moradores puedan tener un rol de cuidado coordinado con el municipio, es decir que ese espacio se habite de una manera ordenada, respetando las reglas que tiene un área protegida y que, al mismo tiempo, puedan seguir realizando su actividad”, subraya Lovazzano.
Logros y futuro del proyecto
La Investigadora rescata como un logro el haber establecido un primer documento de “Zonificación”; y aclara que se trata de una descripción de la isla, donde se enmarcan zonas a nivel de conservación como intangibles, en las que no se puede realizar ningún tipo de actividad recreativa, turística o productiva, y zonas en las que sí se lo va a permitir. “Y ese fue un trabajo que hicimos de manera participativa”, acentúa Castillo, e indica que implementaron categorías de acuerdo a los criterios de la Administración Nacional de Parques Nacionales, y que, asimismo, habilitaron nuevas en función de la realidad local de la isla.
“Se hizo un trabajo muy meticuloso respecto a qué zonas eran factibles de aplicar los lineamientos de Parques Nacionales, y cuáles necesitaban una nueva descripción. Esto conforma una primera herramienta para el ordenamiento de este territorio en donde se empiezan a especificar cuáles son las pautas de convivencia, cuáles son las cosas que se permiten, en qué áreas, para, de a poco, ir haciendo visible esta herramienta a todos los usuarios del espacio”, señala Castillo. En relación a esto, Lovazzano agrega que se propusieron avanzar de acuerdo a metas que puedan generar herramientas progresivas de gestión, para que, a medida que avance el proceso de plan de manejo, los gobiernos locales como autoridad de aplicación de estos espacios, puedan ir trabajando en el territorio.

Parte del equipo de trabajo realizando análisis y sistematización de información. Foto: gentileza investigadora.
“Del mismo modo, avanzamos también con un mapa de actores realizado de manera participativa desde el Comité Multisectorial de Isla de los Mástiles, en donde participaron organizaciones barriales, la universidad, el CONICET, y el municipio de Baigorria”, ahonda la investigadora. Y respecto a los logros de esta herramienta, cuenta que ese mapa permitió generar una visión sobre cuáles son los actores que están actuando en este territorio y consensuar quiénes iban a ser partícipes -y de qué modo- de este proceso de plan de manejo. Entre los próximos pasos para avanzar en el plan de manejo, se prevé llevar a cabo la caracterización y el diagnóstico de la isla. Para ello se compilará información de base elaborada por equipo de la UNR coordinado -por Guillermo Montero- sobre fauna, flora y suelo. Asimismo, siguiendo con la modalidad participativa, se realizarán talleres para la identificación de valores, amenazas y problemas de la isla, así como la definición de la misión y visión del área protegida. A esto se les sumarán entrevistas a habitantes de la isla para incorporar su mirada al plan de manejo. También se harán mapeos participativos con pescadores de Baigorria para integrar al territorio pesquero en el ordenamiento territorial tanto del área protegida como de su zona de amortiguamiento.
Para finalizar, Urcola sostiene que realizar un informe técnico es una labor fundamental, ya que este tipo de instrumentos son necesarios para la construcción de políticas públicas, y al realizarse de manera participativa “crean el consenso entre los actores”. En relación a ello, Castillo agrega: “Muchas veces, el rol científico-técnico es la construcción de mediaciones”.
Por Andrea Guereta – Comunicación Institucional CONICET Rosario
Equipo de trabajo:
Trilce Castillo: Becaria posdoctoral CONICET, responsable técnica de la ejecución del proyecto.
Berenice Lovazzano personal del municipio de Granadero Baigorria, técnica asignada a las tareas sobre la Isla de los Mástiles.
Marcos Urcola: Investigador Independiente CONICET, director general del proyecto de investigación.
Guillermo Montero: Representante de la Universidad Nacional de Rosario.
Martín Tartarelli: Secretario de Obras Públicas, Autoridad de Aplicación del Área Natural Protegida Isla de los Mástiles, Municipio Granadero Baigorria.
María Bullo: personal del Municipio asignada a colaborar en tareas relativas a la Isla.
